viernes, 5 de septiembre de 2014

LAS CARAS DEL IMPERIALISMO



LAS CARAS DEL IMPERIALISMO



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imperialismoPor: Enrique García Rojas.
Especial para TP
La construcción del Canal de Panamá, que hace cien años conectó los océanos Atlántico y Pacífico, fue el resultado de negocios vinculados del gobierno norteamericano con traficantes franceses que precipitaron la separación de Panamá de Colombia en 1903, es decir, la República de Panamá fue una creación del Imperialismo norteamericano.
El istmo era el lugar más angosto de Centroamérica, ideal geográficamente para el levantamiento de la impresionante obra de ingeniería (1914). El gobierno de la recién estrenada República de Panamá otorgó a EEUU el contrato de operación a perpetuidad del canal, con el derecho de construir bases militares para defenderlo. Panamá se convirtió en un eje central para las intervenciones militares gringas en toda la región; desde sus bases salieron marines yanquis para invadir Nicaragua, Guatemala, Honduras y República Dominicana, se organizó la llamada Escuela de las Américas, un centro de formación de la que egresaron militares golpistas y los peores violadores de los derechos humanos en América Latina.
La dominación gringa sobre el Canal de Panamá cambia después de las elecciones celebradas en 1972, la Asamblea Nacional le confiere al General Omar Torrijos poderes extraordinarios. Como jefe de gobierno el episodio más destacado fue el Tratado con EEUU sobre el Canal (1977). Panamá obtendría la soberanía sobre el Canal y se pondría fin a la presencia militar que mantuvo en este país desde inicios del siglo XX.
En las relaciones internacionales fue destacado el apoyo de Torrijos a los sandinistas para derrocar el régimen dinástico de los Somoza (1934-1979) en Nicaragua. Se han recopilado datos y versiones que señalan que la CIA estuvo comprometida en el plan criminal de asesinar al General Omar Torrijos, las circunstancias del accidente aéreo jamás han sido esclarecidas. Pero, en este Tratado Panamá queda bajo la tutela enmascarada del imperialismo con el llamado pacto de neutralidad.
George Bush (padre) al ordenar la intervención militar de EEUU, el 17 de diciembre de 1989, afirmó: “Estados Unidos está facultado por los tratados del canal para intervenir en Panamá si considera que peligra la neutralidad del canal, la democracia en Panamá y la vida de los norteamericanos, así que: ¡intervenimos en Panamá!”
De igual importancia, existe la propuesta en Nicaragua, enviada a la Asamblea por el Comandante Daniel Ortega, para la construcción del Gran Canal de Nicaragua; es la iniciativa más seria que haya hecho gobierno alguno en cuanto a este proyecto. El canal no pretende competir con el de Panamá ya que está dirigido a todos aquellos buques que ni con ampliación podrían usar el de Panamá. Es un canal de importancia para Centroamérica y para Latinoamérica, dirigido al gran comercio mundial. La ley contempla la creación de una gran empresa en la que Nicaragua se reserva el 51% de las acciones y el 49% de las restantes se ofrecen a intereses económicos de Estados o inversionistas privados.
Terrorismo biológico
Las armas biológicas son elaboradas con agentes infecciosos, como bacterias y virus, que provocan enfermedades humanas o plagas en los cultivos y el ganado, por lo general, altamente contagiosas. No sería casual que el virus del Ébola, que ha vuelto a ser noticia, esta vez, porque en la historia de esta enfermedad se conocen dos casos confirmados de contagio que se encuentran en territorio de EEUU y que atendían enfermos en Liberia. Mientras en África aumentan los casos de contaminación, la propaganda mediática acentúa sus intenciones desde CNN para distraer la atención internacional sobre la verdadera masacre como la que ejecuta el gobierno de Israel contra Palestina.
Todo parece indicar que la alarma mediática mundial sobre el Ébola es impulsada por grandes empresas farmacéuticas que dicen tener la cura y sólo con ese anuncio ya han logrado incrementar sus acciones en la bolsa. Investigaciones demuestran que estas industrias son responsables de inocular y propagar diversos tipos de enfermedades por el mundo para aumentar sus ganancias, utilizan a la población negra africana para sus experimentos; no sería la primera vez que EEUU ensaya con seres humanos, sea con fines militares o de negocios.
El manejo perverso del imperialismo ha determinado los límites posibles del incremento de la población, el mundo en poco tiempo colapsaría, sin recursos naturales para las potencias hegemónicas y el mismo sistema capitalista estaría en peligro a menos que la población se redujera por algún medio. La principal recomendación fue el desarrollo de un microbio indetectable que atacara el sistema inmunológico, la vacuna sería administrada a la población sobreviviente cuando ellos decidan que ha muerto bastante gente y lo vean conveniente. Gran parte de la población sería diezmada, la élite gobernante orientaría el agente infeccioso hacia los “elementos indeseables” de la sociedad. Objetivos concretos serían: los hispanos, la población negra de África, continentes con extensa población, básicamente del tercer mundo.
Recuerden nuestros lectores, lo que sucedió hace algún tiempo con la gripe aviar y la gripe porcina (H1N1) que tras expandirse por distintos países del mundo apareció la farmacéutica gringa Gilead Science promocionando un tratamiento llamado “Tamiflu”, mientras miles de personas se desesperaban, el presidente de esa compañía, Donald Rumsfeld, fue nombrado por George Bush (hijo) su Secretario de Defensa, puesto desde el cual Rumsfeld aprobó en el año 2005 un presupuesto del cual 1.200 millones de dólares fueron para su compañía farmacéutica. “Tamiflu” fue uno de los medicamentos que autorizó la Organización Mundial de la Salud para tratar tanto la gripe aviar como la gripe porcina. En este negocio del miedo la perversidad del imperialismo norteamericano se repite.

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