Artista comprometido y consecuente en su actuar social y su hacer cultural
«Provengo, pues del pueblo y voy ligado a él por conocimiento y sentimiento»
César Rengifo (1915-1980)
Por: Paul Seijas. Especial para TP
César Nerio Rengifo Cadenas, nació el viernes 14 de mayo de 1915, siendo el quinto hijo de Ángel María Rengifo Goita, repartidor de panadería, quién murió dos meses antes de su nacimiento, y su madre Felicia Cadenas, costurera, quien fallece cuando él apenas tenía ocho meses de vida.
Es criado por Ascensión y su esposo Mariano Rovaina quien fuera su padrino de bautizo, pero al poco tiempo ambos mueren por su ya avanzada edad. En 1923 es adoptado por José del Carmen Toledo, artista que se desempeñaba como estucador y que influyó mucho en la vida de Rengifo, le enseñó a amar el arte, vinculándolo en todo cuanto podía. Toledo le dio todo su apoyo para que pudiese lograr sus metas.
Tuvo una infancia difícil, fue muy frágil de salud, aunque nunca le faltó el amor de quienes lo conocían. A pesar de no haberse criado con sus hermanos, eran muy apegados y se demostraban amplio afecto. Dos de ellos mueren a muy temprana edad de tuberculosis.
César mostró gran fortaleza de carácter y una inclinación por las artes, sobre todo por las artes plásticas. En 1925 comienza a asistir a la Academia de Bellas Artes. “Tenía 10 años cumplidos, no me querían aceptar, era muy chiquito. Luego… llegó Poleito (…). A los dos nos aceptaron de una manera irregular para que pudiésemos ir a nuestra escuela y a la salida fuésemos a la Academia” [2].
Con la dictadura de Juan Vicente Gómez, surge en Rengifo la pasión revolucionaria y la sed de justicia social. “En mi casa siempre hubo una actitud antigobierno, la gente que me crió era gente de pueblo que venía de muchas experiencias, de guerras civiles, de revoluciones” [3]. Participó como distribuidor de panfletos en las acciones antigomecistas de la generación del 28.
En 1929 conoce a los hermanos Rhazés y Gerber Hernández y a su padre, el Dr. Pedro Pablo Hernández Mujica, quién sería fundamental para su formación, músico de una prolífica cultura, le da lecciones de violín y los primeros conocimientos del marxismo. En 1931 se inscribe en el Partido Comunista de Venezuela (PCV), creado en marzo de ese mismo año.
Durante su militancia activa es apresado en varias oportunidades, pero eso no doblegó su pensamiento. En 1936 participa en la movilización estudiantil del 14 de febrero, convocada por la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV) y presencia el ametrallamiento de los estudiantes, entre ellos tres de la Academia de Bellas Artes.
Junto a Héctor Poleo, José Fernández, Luis Ordaz, Armando Barrios, M.G. Arroyo, Ventura Gómez, José Requena y Ramón Márquez, crean la Asociación de Estudiantes de Artes Plásticas de Venezuela. “Yo soñaba con una gran pintura latinoamericana, deseaba hacer obras trascendentes sobre todo dentro del campo del muralismo, que debía dedicarme a un arte más público, que le llegara a más gente y no sólo el arte de caballete para minorías” [4].
En 1937, en México, conoce al escultor José Monasterios, al músico Silvestre Revueltas y a David Alfaro Siqueiros, con quien establece una sólida amistad, se incorpora a las actividades del Comité Nacional de Solidaridad con la República Española y se inscribe en el Partido Comunista de México.
En 1938, ya en Venezuela, crea el grupo «Amigos de España y América» y por su participación en la elaboración de pancartas usadas en una manifestación obrera, es detenido y confinado en Jobito (Puerto Páez), donde contrae una afección pulmonar con graves consecuencias posteriormente.
En diciembre de 1942 se casa con Ángela Carrillo, profesora de Ciencias Sociales, con quien tuvo dos hijas, Diana y Flérida.
En 1948 participó junto con Miguel Arroyo, Miguel Otero Silva, Mateo Manaure, Pedro León Castro y Luis Guevara Moreno, en el ciclo de debates «El Realismo en el Arte», en el Instituto Venezolano-Soviético. Publica varios artículos en los que hace una firme defensa del Realismo Social.
En 1958 es miembro constituyente de la Sociedad de Escritores y Artistas, y asume la Dirección de Extensión Cultural de la Universidad de los Andes.
En septiembre de 1960 viaja a la República Popular China, para las celebraciones del 11º Aniversario de la Revolución, y en noviembre a la Unión Soviética a la conmemoración del 43º Aniversario de la Revolución de Octubre.
En 1965 viaja a Italia para coordinar en distintos países europeos la Conferencia Mundial por la Libertad de los Presos Políticos Venezolanos; al regreso a Venezuela es detenido por la DIGEPOL.
En 1975 forma parte del jurado del Premio Casa de las Américas, en Cuba. Rechaza la Orden “Diego de Lozada”, que le había sido conferida, porque “conlleva en sí la exaltación de hechos y acciones que se contradicen con lo esencial de la nacionalidad y de ser venezolano, como son: la libertad y la anticonquista” [5].
En 1976 presenta junto a Miguel Acosta Saignes la ponencia «En defensa de las culturas nacionales», en la IV Conferencia Internacional de Teatro del Tercer Mundo, realizada en Caracas. En 1979 participa en el Primer Encuentro de Investigadores de la Historia del Teatro de América Latina, del Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT). Recibe el Premio “Ollantay” del CELCIT, y el “Premio Especial” del Círculo de Críticos Teatrales de Venezuela.
A los 65 años de edad, muere en Caracas el 2 de noviembre de 1980. En el número 47, de octubre-noviembre de 1980, de la revista cubana Conjunto, se afirmó: “Demostró, con su existencia, como el artista, en cuanto a individuo, debe vivir y actuar armónica y consecuentemente en relación a su palabra y obra. No hubo distancia entre su actuar social y su hacer cultural”.
[1] Carta a Carlos Solórzano.
[2] Mujica, Jesús, “César Rengifo, A viva voz”, Fondo Editorial Fundarte, Alcaldía de Caracas, Gobierno del Distrito Capital, 2ª edición, 2013, p 22.
[3] Nunes, Jorge, op. cit. pp 56-60.
[4] Idem. p 78.
[5] Carta al Secretario de Gobierno del Distrito Federal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario