jueves, 4 de junio de 2015

LA CLASE OBRERA (II)

FNLCT-_001

Por: Edgar Meléndez. Especial para TP
Miembro del Comité Central del PCV

Una vez que queda claro que las clases sociales, como definición objetiva, están determinadas por la posición que ocupan los grupos de seres humanos en un régimen determinado de economía social basado en la división de dicha sociedad entre explotadores y explotados, se hace sencillo entender que la Clase Obrera es el grupo de hombres y mujeres que en el modo de producción capitalista participan en la producción a través de la venta de lo único que poseen: su fuerza de trabajo.
Pero igualmente se hace necesario comprender la interrelación de lo objetivo y subjetivo en relación a la Clase Obrera a la luz del marxismo-leninismo.
De allí que sea fundamental recordar que Marx y Engels se referían generalmente al grupo de explotados en el capitalismo como «proletarios», desde la concepción objetiva arriba mencionada, y que estos no se convierten en «clase», según la definición subjetiva, hasta que toman conciencia de sus intereses y de su rol histórico y se organizan para la lucha política que llevará a la derrota de la hegemonía de la burguesía y a la toma del poder político por el proletariado para iniciar la fase histórica de transición al Socialismo.
En un pasaje del Manifiesto del Partido Comunista (1848), los padres del comunismo científico establecieron que un objetivo del Partido de vanguardia era elevar al proletariado a la categoría de Clase Social, ya que dialécticamente estos no se convertían en clase hasta no organizarse en su Partido.
En éste, nuestro vigente Manifiesto, se explica que “La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas. Nuestra época, la época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases, que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado”.
Continúan su magistral explicación diciendo: “En la misma proporción en que se desarrolla la burguesía, es decir, el capital, desarrollase también el proletariado, la clase de los obreros modernos, que no viven sino a condición de encontrar trabajo, y lo encuentran únicamente mientras su trabajo acrecienta el capital”.
Y nos señalan muy claramente el papel político del proletariado al afirmar: “Las armas de la que se sirvió la burguesía para derribar al feudalismo se vuelven ahora contra la propia burguesía. Pero la burguesía no ha forjado solamente las armas que deben darle muerte; ha producido también los hombres que empuñaran dichas armas: los obreros modernos, los proletarios”.
De todo lo anterior, y solamente considerando ese texto fundamental que es el Manifiesto del Partido Comunista, podemos ver claramente que la definición objetiva de Clase Obrera (proletarios) no puede, ni debe, ir separada de su concepción subjetiva, por ende, conciencia y organización para la lucha política que lleve al alcance de los objetivos de la clase: revolución proletaria triunfante para la toma del poder político, sin lo cual la transformación revolucionaria de la sociedad es una simple utopía.

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