domingo, 11 de octubre de 2015

PCV ¡LA FUERZA DEL PUEBLO TRABAJADOR! (II)

Partido Comunista de Venezuela
En todos los escenarios de lucha están las y los comunistas con propuestas revolucionarias
Tribuna Popular.- Como bien afirma el Programa del Partido Comunista de Venezuela (6º Congreso, 1980): “A través de toda su historia, el PCV jamás se ha desviado de su lucha intransigente por los derechos de los obreros, campesinos, mujeres, estudiantes, niños abandonados, jóvenes y demás sectores oprimidos y explotados de la sociedad venezolana. (…) El PCV basa su actividad práctica en la clase obrera, en la alianza obrero-campesina y en la unidad popular.”
Y también deja claramente sentado que: “Está planteada en nuestro país una revolución que garantice un desarrollo independiente y termine con la influencia de los monopolios extranjeros, que democratice la economía y elimine los monopolios, que prepare las bases de las transformaciones socialistas, (…) una revolución de verdadera independencia y democracia, antiimperialista, antimonopólica y en marcha hacia el socialismo.”, y que “La clase obrera es la fuerza principal de esta revolución”.
Asimismo, la Línea Política del PCV (14º Congreso, 2011), establece que: “El objetivo general y fundamental de todo el trabajo político y de masas, ideológico y organizativo del Partido Comunista de Venezuela, en el presente momento histórico, tiene que ver con la necesidad de producir una consistente y acelerada acumulación de fuerzas del movimiento obrero y popular que, cohesionadas en un sólido Bloque Popular Revolucionario (…), forjen una nueva correlación de fuerzas favorable a la clase obrera y al pueblo trabajador”.
Y que la concreción de este objetivo “pasa necesariamente por resolver tres aspectos indispensables para que la clase obrera y el pueblo trabajador asuman un papel efectivamente revolucionario: conciencia, organización y unidad. (…) Conciencia de clase, para asumir la lucha de clases como determinante de los cambios revolucionarios y a la clase obrera como sujeto histórico de la revolución socialista (…) Organización y unidad del movimiento obrero y popular, con independencia de clase, para la lucha social y política revolucionaria por la construcción de un nuevo Estado Democrático-Popular Revolucionario, basado en el Poder Popular”.

Lucha de clases
El 21º Pleno del Comité Central del PCV (11 de julio de 2014), en la Declaración Política que hizo pública, manifestó que el proceso de cambios en Venezuela estaba transitando por un cuadro interno cada vez más complejo en lo político, económico y social, caracterizado por “La lucha por el control estatal de la distribución de la renta petrolera”, lucha que se produce entre “la tradicional burguesía asociada y subordinada a los monopolios imperialistas” y “segmentos de la burguesía, y fundamentalmente de la pequeña burguesía y las capas medias, asociados a ciertos grupos e individualidades civiles y militares”.
Y alertó que “En esta expresión de la lucha de clases internacional y a lo interno de las “fuerzas del proceso”, se producen las definiciones de las políticas del gobierno, por ejemplo, en lo económico y en lo laboral (con el peligro de una tendencia a la regresión de conquistas populares tanto históricas como de los últimos 15 años), con directo y significativo impacto en el pueblo trabajador, quien hoy continúa cargando gran parte de los problemas derivados de la situación económica.”
En esa oportunidad, hace 15 meses, el PCV reiteró su llamado “al Gobierno Nacional y a las consecuentes fuerzas políticas y sociales que impulsamos el proceso revolucionario venezolano, para iniciar un amplio y autocrítico proceso de debates, para rectificar los errores y deficiencias, a través de espacios colectivos y unitarios para la construcción de políticas que apunten a la acumulación revolucionaria de fuerza obrero-popular, para combatir tanto a las fuerzas pro-imperialistas y neofascistas, como a las reformistas dentro del proceso de cambios.”
A lo largo de los últimos 16 años, ha habido la carencia de verdaderos espacios colectivos y unitarios, para la discusión amplia y autocrítica, y para la evaluación de la gestión de gobierno y la construcción de políticas públicas; pero hoy son absolutamente imprescindibles si se quiere que esta experiencia popular –que se ha dado en llamar “revolución bolivariana”– no se convierta en una nueva frustración para nuestro pueblo.

Misión histórica
A algunos sectores –incluso de las “fuerzas del proceso”–, les producen urticaria las declaraciones y acciones del PCV como organización revolucionaria, autónoma, crítica y propositiva; pero el Partido del Gallo Rojo tiene el deber histórico de hablarle claramente al pueblo y convocarlo a la lucha por sus derechos.
Por eso, por ejemplo, en su 13ª Conferencia Nacional (Agosto 2014), el PCV expresó que: “En los últimos años ha repuntado la inflación, acompañada por un fuerte desabastecimiento de bienes de consumo masivo, situaciones determinadas fundamentalmente por la profundización de la condición monoproductora y multi-importadora de nuestra economía, las erráticas e incoherentes políticas económicas adoptadas por el gobierno nacional y las desmedidas actuaciones especulativas, de acaparamiento y de boicot de la distribución, ejecutadas por sectores poderosos del capital” («El trabajo del PCV en el movimiento obrero y sindical»).
Y reivindicó que: “los partidos marxistas-leninistas, como el nuestro, tienen la misión histórica de conducir a la clase obrera hacia la toma del poder político, la demolición de la maquina estatal burguesa (dictadura del capital, aunque se revista de apariencias democráticas), la instauración de un nuevo tipo de Estado (dictadura del proletariado, aunque se presente con otras denominaciones), el tránsito revolucionario hacia el desmontaje total del modo de producción capitalista y la edificación del socialismo en la perspectiva de la sociedad comunista.”
Con honestidad revolucionaria, el PCV demuestra que, como dice su consigna, es ¡La fuerza del pueblo trabajador!

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