martes, 3 de marzo de 2015

A 30 AÑOS DE SU ASESINATO: HEMMY CROES PRESENTE EN NUESTRAS LUCHAS

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La clase obrera y su Partido exigen justicia
Por: Pedro Eusse (*) Especial para TP.
“El domingo 3 de marzo a las 10 de la noche fue asesinado de tres disparos el camarada Hemmy Croes, miembro del Comité Central del PCV y presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela (CUTV), cuando se disponía a entrar a su residencia en San Agustín del Norte, Caracas”. Así reseñó en primera planaTribuna Popular, para entonces semanario, en la edición del 8 al 14 de marzo de 1985.
De esa manera perdía la vida quien fuera dirigente sindical comunista de dilatada trayectoria, de indudable consecuencia clasista e inobjetable internacionalismo militante.
hemmy-croes-IMAG-2El camarada Hemmy Croes, quien para el momento de su cruel asesinato era además miembro del Ejecutivo de la Federación Sindical Mundial (FSM), se inició muy joven en las luchas proletarias a mediados de los años 50 del siglo pasado, al fragor de la resistencia clandestina contra la dictadura de Pérez Jiménez y en medio de la represión desatada por la tenebrosa Seguridad Nacional.
Para entonces la dictadura había lanzado una implacable ofensiva policial contra las organizaciones sindicales en general (en 1948 había sido disuelta la CTV y todas las federaciones sindicales) y había constituido un aparato sindical oficial. Estaban conculcadas las libertades políticas y sindicales, proscrito el derecho a huelga.
En esas condiciones el PCV se plantea el objetivo de reconstruir y levantar al movimiento sindical en lucha por las reivindicaciones laborales y contra la tiranía pro-imperialista, concluyendo que “no hay otro camino sino ir a las fábricas y enganchar como obreros rasos…”, tarea que es asumida disciplinadamente, entre otros camaradas, por el joven Hemmy Croes, quien deja sus estudios universitarios para ingresar como obrero en la General Motors, convirtiéndose en breve tiempo en prestigioso dirigente sindical automotriz. El camarada Croes combatiendo contra esa tiranía, como muchos, conoció los rigores de la cárcel.
hemmy-croes-IMAG-4A la caída de la dictadura, en medio de un gran auge de masas, se realizaron esfuerzos unitarios por reconstruir al movimiento sindical y se iniciaron los preparativos del III Congreso de Trabajadores de Venezuela, en el que se refundó la CTV, para entonces única central sindical en Venezuela. En la fase preparatoria del III Congreso, se funda la Federación Unificada de Trabajadores del Distrito Federal y el Estado Miranda (FUT), su Comité Ejecutivo fue integrado por dirigentes de diversos signos, siendo electo Secretario General el camarada Hemmy Croes, destacándose también en dicho organismo el querido camarada Cruz Villegas.
También en el III Congreso de Trabajadores de Venezuela hubo una presencia destacada de dirigentes sindicales comunistas, resaltando la figura sólida del camarada Rodolfo Quintero, junto a Martín J. Ramírez, Manuel Taborda, Hemmy Croes, Cruz Villegas, entre otros. Ese ambiente unitario en el seno de la CTV, con posiciones clasistas en favor de la liberación nacional, la consolidación y profundización de la democracia y la procura de justicia social, tuvo vida corta. El imperialismo norteamericano y sus lacayos nacionales, realizaron una intensa labor divisionista en el movimiento sindical venezolano, contando para ello con los sindicalistas reformistas y desclasados de AD y Copei, quienes hacían minoría en la dirección de la CTV. El objetivo era segregar a los comunistas y hacer de la CTV un instrumento al servicio de la dominación imperialista en nuestro país.
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CUADRO CONSECUENTE
En el marco de la brutal represión anticomunista y antipopular de los años 60, que incluyó el asalto de bandas armadas y la arremetida policial contra sedes sindicales y asambleas de trabajadores en todo el país, el camarada Croes, así como muchos otros, fue llevado a los calabozos de la Digepol.
Para esos años se había iniciado la lucha armada insurreccional contra el gobierno de hambre, brutal represión y dejación de soberanía que encabezaba Rómulo Betancourt y, posteriormente, Raúl Leoni. Por su parte, el sindicalismo clasista y progresista agrupado desde 1961 en la CTV-No Oficialista y a partir de marzo de 1963 en la CUTV, realizaba combativas movilizaciones y huelgas, por lo general fuertemente reprimidas.
No obstante, el camarada Hemmy Croes en su libro El Movimiento Obrero Venezolano (Elementos para su Historia), cuestiona las tendencias al vanguardismo y a la subestimación del papel de las masas, incluso al desprecio por la clase obrera, por parte de elementos provenientes de la pequeña burguesía radicalizada, presentes en la lucha revolucionaria de entonces, lo que contribuyó al fuerte debilitamiento de las organizaciones sindicales clasistas, “dejando el campo sindical mayoritariamente en manos de los reformistas y nacional-traidores, permitiendo la entronización de su ideología no proletaria, en vastos sectores de las masas trabajadoras situación que llegó con el tiempo a niveles realmente dramáticos”.
Ala par de valorar la justeza de la lucha insurreccional armada frente a la violencia reaccionaria y de reconocer la valentía y el heroísmo de los combatientes revolucionarios de entonces, el camarada Croes aporta sus apreciaciones críticas y autocríticas acerca de la necesidad de ser coherentes en la combinación de las diversas formas de lucha, sin descuidar las particularidades de las organizaciones de masas, sin menospreciar nunca la amplia labor ideológica y política que debemos desarrollar entre la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo, para derrotar la ideología burguesa en su seno, lograr que adquiera conciencia de clase y, por tanto, que asuma un papel protagónico fundamental en la lucha contra el sistema capitalista.
Expresando las posiciones principistas del Partido Comunista y del sindicalismo clasista, Croes siempre enfrentó las tesis de “paz laboral” pregonadas por el social-reformismo, como medio de adormecimiento y rendición de las masas obreras y populares frente al enemigo de clase. De igual modo, demostrando su consecuencia con las ideas del marxismo-leninismo, el camarada Hemmy Croes, en su libro, defiende la necesidad del Partido revolucionario de la clase obrera y fustiga al grupo fraccional revisionista que en 1971 terminó expulsado del PCV y que fundó al Movimiento Al Socialismo (MAS).
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CRIMEN POLÍTICO
Hemmy Croes ocupó diversas responsabilidades en el movimiento sindical nacional e internacional, así como en el Partido. Por ello, al momento de su asesinato el activo de la CUTV y del sindicalismo clasista internacional, así como la militancia del PCV y del movimiento comunista internacional, percibieron que habían perdido a uno de sus más importantes cuadros.
Como se ha dicho, un cerrado misterio rodeó la muerte violenta de Hemmy. Las investigaciones policiales llevaron a determinar al autor material, quien solo permaneció menos de tres años en prisión. Acerca de las causas del crimen, voceros de la PTJ y especulaciones periodísticas soltaron a la opinión pública de que se trataba de un crimen pasional, nunca consideraron la hipótesis del móvil político. En el PCV y en la CUTV nunca nos comimos el cuento.
Eran tiempos de la guerra fría, siendo presidente de los Estados Unidos el terrorista Ronald Reagan; con presencia activa de la CIA en América Latina y, particularmente en Venezuela, realizando labores de inteligencia y dirigiendo operaciones de exterminio selectivo de cuadros revolucionarios; gobernaba Venezuela Jaime Lusinchi, en medio de una total dependencia frente al imperialismo, con una grave crisis económica que golpeaba al pueblo trabajador, se sucedieron por entonces hechos lamentables para el movimiento popular: había muerto en extraño accidente el cantor del pueblo Alí Primera y en esos tiempos se produjeron las masacres de Yumare y El Amparo, entre otros hechos de sangre que alertaban sobre el desarrollo posible de un plan criminal de derecha.
Las sospechas del carácter político del asesinato de Croes, con posible autoría de la CIA, se acrecientan al sopesar el alcance de las actividades que realizaba nuestro camarada. Tal y como lo dijera con su peculiar firmeza y claridad el camarada Pedro Ortega Díaz en discurso pronunciado ante la Cámara de Diputados del Congreso de la República el 13 de marzo de aquel año:
Yo voy a confiar en esta Cámara de Diputados los trabajos que realizaba en este momento Hemmy Croes y que indudablemente podían justificar, por ser pecados mortales para algunos intereses, ese atentado. Hemmy Croes era el jefe del turismo hacia los países socialistas, de la CUTV; Hemmy Croes estaba en estos momentos dirigiendo una delicada gestión de un encuentro entre la CLAT, Central Latinoamericana de Trabajadores de origen socialcristiano, la ORIT, Organización Regional Interamericana del Trabajo, de origen socialdemócrata, y la CEPUSTAL, Comité Unificado Sindical de Trabajadores de América Latina (de orientación marxista), de las tres centrales y los tres orígenes. (…) Él era miembro del Buró de la Federación Sindical Mundial, miembro del Consejo Mundial de la Paz. Sabían los asesinos que la repercusión internacional del crimen era suficiente para otros planes que pudieran tener
Nosotros hemos sostenido y pedimos que se investigue el crimen político. Y pensamos que si la policía encuentra un cuadro de este tipo (se refiere a elementos que hagan presumir el móvil pasional) tiene que preguntarse si los enemigos pueden haber preparado una salida pasional para encubrir un crimen político. Y hacerse la interrogante ¿Es que el presunto crimen pasional no era una puerta de salida que ya tenían preparada los criminales que -como se sabe- estudian a sus víctimas?
Así lo expresó también la Declaración del XXV Pleno del Comité Central del PCV, del 16 de marzo de 1985, publicada con el título “EL SIGNFICADO POLÍTICO DE ESTE CRIMEN NO PUEDE SER DESCONOCIDO”.
En la actualidad, cuando las fuerzas al servicio de los monopolios transnacionales aguzan su agresividad contra nuestro pueblo y sus conquistas, en tiempos en que podemos y debemos evaluar y juzgar políticamente las numerosas acciones criminales cometidas por los agentes del imperialismo yanqui y sus lacayos contra las organizaciones revolucionarias venezolanas y sus cuadros, en particular contra militantes comunistas, debemos incluir en esa evaluación, entre muchas otros, el asesinato del camarada Hemmy Croes. Así lo requiere, como acto de justicia, el movimiento obrero y sindical clasista de Venezuela y el mundo. Así lo exige el partido de la clase obrera venezolana.
(*) Secretario Nacional del Movimiento Obrero y Sindical del PCV

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