TP (Nº 164) / 23 de junio de 2009
Editorial
Dirección Colectiva, el reto histórico
[…] En Venezuela, han venido madurando un conjunto de condiciones y contradicciones, a las que debe dársele respuesta y orientación acertada, para prevenir retrocesos históricos y profundizar consecuentemente la orientación revolucionaria […].
Sí, hay peligros a lo interno y externo del país, a lo interno y externo de las fuerzas del proceso, a lo interno y externo del Gobierno nacional.
Uno de los grandes peligros es la complacencia genuflexa, acomodaticia, servil, oportunista, pragmática, seguidista y –por ende– acrítica.
[…] La autonomía e independencia económica y política que sostiene el PCV con respecto al Gobierno y las instituciones del Estado […], le permite cumplir con su deber de hacer críticas, propuestas y planteamientos desde el campo revolucionario […].
Un reto histórico que no puede esperar más, es lograr la unidad y articulación orgánica […] iniciar sin reservas la construcción de la dirección colectiva de la revolución.
Más temprano que tarde, el pueblo nos juzgará por el papel que cumplamos en esta tarea […].
TP (Nº 182) / 26 de noviembre de 2010
Declaración Política
39º Pleno del Comité Central del PCV
(6,7-Nov-2010)
[…] Se constata un avance de las fuerzas reaccionarias, apoyadas por el imperialismo, aprovechando nuestras fallas y debilidades. El proceso viene sufriendo un peligroso desgaste, que de no revertirse a tiempo, pudiera causar enormes dificultades para mantener el ritmo actual de cambios e, incluso, un retroceso histórico.
Entre las causas determinantes de este desgaste, se encuentra que sectores de la pequeña burguesía y de las capas medias están asumiendo un dominio hegemónico en el proceso político y se consolidan como una elite burocrática, desde las instancias del poder estatal y gubernamental, reproduciendo –y en algunos casos avivando– una cultura de la gestión pública con vicios y falencias, tales como: el despilfarro, el burocratismo, el nepotismo, la corrupción, la carencia de eficaz control y contraloría social, la falta de planificación centralizada de la economía, y el asistencialismo como método para ganarse la voluntad inmediata de las masas, de manera clientelar, sin crear en ellas la conciencia revolucionaria […].
Hay que acumular fuerzas para avanzar hacia la conquista del objetivo estratégico del Socialismo. La realidad es que actualmente la sociedad venezolana, su base económica, sus relaciones sociales de producción, incluso el sistema político dominante, es de naturaleza capitalista. […] Aun no se está construyendo el Socialismo, hay que crear las condiciones para ello, y en especial hay que construir el instrumento popular-revolucionario, unitario y colectivo de dirección, para impulsar la correlación de fuerzas en la sociedad, favorable a la clase obrera y demás fuerzas sociales que objetivamente necesitan el socialismo y pueden asumir conscientemente la lucha por tal meta histórica. […]
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